miércoles, 25 de mayo de 2011

todo lo que pasa fue uva

gente, lo primero que hay que decir: beatriz sarlo está vieja. vieja en todo sentido, visible y sensiblemente vieja. cómo puede una mujer que manifiesta que acude a todas las marchas populares organizadas desde el oficialismo no ser atravesada por la euforia, por el entusiasmo, por el clamor? de qué frialdad compacta está echa beatriz sarlo que ya no la conmueve la sociedad sino como un espejismo de su propia, efímera, vanidad? podemos ser piadosos e inferir que ocurre porque es simplemente vieja. nada del otro mundo.
la del intelectual es una figura difícil de definir. el intelectual es a la filosofía lo que los periodistas son al derecho, a la medicina, a la política, al deporte y a los espectáculos. digamos: lectores. productores de un sentido que viene de los libros. un sentido no por eso menos intenso que el de los hacedores de realidad. los intelectuales alimentan un debate que los albañiles proponen con su propio cuerpo, ladrillo a ladrillo. la realidad es una vocación diaria. cada sujeto la construye de la diferencia con respecto a los otros. el intelectual es un generador de sentidos transparente: los asuntos ordinarios los atraviesan sin lastimarlos. eso es, al menos, el intelectual sin compromiso, el intelectual freelance que va intercambiando ideologías bajo el sospechoso argumento de la variabilidad de las mentes ilustradas. a las mentes ilustradas todo se les permite. incluso ser cómplices de masacres y recibir homenajes al morir.
porque beatriz sarlo pertenece a la misma especie que ernesto sábato, cuyo cadáver aún se adivina medio tibio e incómodo en la muerte, que tanto le gustaba. por qué? porque circularon dos fotos de sábato: una durante una cena de gala con videla, la otra entregando el "nunca más" a alfonsín. esas dos imágenes (desde la lógica del montaje intelectual de einseinstein) no son incompatibles: son el resumen del antagonismo y, por tanto, la resolución del conflicto: ernesto sábato no era malo, nomás sufría un penoso delay. por ejemplo: descubrió que la ciencia era mala después de vivir de ella durante años pretendiendo ganar algún premio exagerado para un investigadorcito de cabotaje (sábato, digámoslo, no prometía ser einstein); después se avivó tarde (pero durante años mantuvo el silencio, siempre cómplice, con los matadores) de que los milicos eran unos reverendos hijos de puta. y se lanzó a la aventura de indagar en los no-cuerpos de los militantes políticos a los que él mismo había denostado.
sarlo y sábato dibujan un arduo mambo: el de la corrección política. son, en el fondo, inofensivos. qué daño puede hacerle beatriz sarlo al sistema? es más: desea hacerlo? probablemente no. beatriz sarlo está super acomodada en su rol de catedrática de opereta, columnista de un diario facho y de una radio propiedad de una posible apropiadora de hijos de desaparecidos. hoy dijo, en 678, que ella no se hacía cargo por los delitos de las empresas en las que trabajaba: error, beatriz sarlo, vos no sos betty la de hurlingan, vos sos una tipa con carrera, sos una profesional, no estás en la lona y de retractarte cualquier medio que no lesione la humanidad te aceptará, porque nadie discute tus capacidades intelectuales desde el punto de vista técnico.
quedó demostrado hoy, en 678, que beatriz sarlo maneja impecablemente la dialéctica. maneja y domina el minúsculo imperio del argumento irrebatible: un argumento sólido que en realidad, al desmenusarlo, es hueco, pero que no puede digerirse inmediatamente. algo semejante a lo que hacen varios en el gobierno, incluida la presidenta. no lo veo mal: dejar al enemigo sin palabras en público es, simbólicamente, ganar. pero los debates se ganan con el tiempo, incluso después de la muerte. todos se rieron de nietszche cuando publicó "ecce hommo" anunciando que en cien años sus libros serían sagrados en las universidades. y finalmente pasó. pero tuvo que esperarlo cadáver el pobre friedrich. no pasa nada. sarlo no tendrá la suerte de friedrich: la llorarán los lectores de la nación (que son muy pocos), los alumnos que toleran su por momentos sarcástica tendencia a la soberbia, su encantadora labia de perra de mil palabras. porque beatriz sarlo no es ninguna improvisada: le ha costado años urdir no su ideología sino mayormente la excusa con que escuda su auténtica ideología, que es la de cualquier otra burguesa esclava de un sistema al que en las plateas debe repeler.
por eso beatriz sarlo dice "no voto ni loca a macri". porque no le importa decirlo. a beatriz sarlo no debe importarle denostar a los políticos porque los intelectuales no están de turno: sobreviven a los políticos, los auscultan, los critican, los elevan, los dejan caer o los bajan, pero siempre mantienen ese formidable equilibro del condicional: la aparente inocencia de una afirmación propia puesta en una boca ajena, desconocida e incomprobable. pero una mina como beatriz sarlo, tan leída, obviamente iba a reventar por los aires a algunos panelistas de 678. lo hizo con barone (al que equivocadamente, por los inicios de 678, se lo intuyó un viejo sabio pero resultó un adolescente lleno de ampulosidades, adjetivos, garabatos de arena y mucha, pero mucha exageración postural), lo hizo incluso sandra russo, que todavía anda por "periodista" y a "intelectual" no asciende. pero hubo dos que no fueron atendidos: uno del panel y un invitado, cortiñas y forster respectivamente. porque ellos, está claro, manejan el nivel de abstacción maniquea de sarlo y en lugar de enfrentarlo lo doblegan, sutiles, antes la imponencia verbal, categórica, inteligente de dos intelectuales serios.
qué es un "intelectual serio"? bueno, nada, una huevada que puse. suponemos que los intelectuales son serios, no? muy serios. sarlo es seria. casi no se ríe. pero tiene la ironía a flor de piel, como toda persona de derecha. esa ironía de labios sujetos, cautivos, y la miradita descalificadora, necia, de quien ha luchado demasiado por darle forma a su cabeza como para que cualquier aspiración espontánea, no medida, inspirada resulte una amenaza. el conflicto de sarlo es un conflicto con la libertad: tener la libertad de exponer ideas frescas, influidas por la pasión y la potencia de las cosas que pasan (pero perderla para mantener esa gustosa mente enjabonada que va adaptándose a los tiempos que corren, a los tipos que mandan, aunque los enfrente, el enfrentamiento quedará al nivel de la palabra, siempre); o tener la libertad de, justamente, cumplir con el paréntesis anterior: cambiar, mutar, dilatarse, contraerse, camuflarse detrás de la capucha inapelable de la certeza. pero el empirismo no sirve para nada. la política no está exactamente en las palabras.
pero, sarlo no está comprometida con nada? sí: está comprometida con muchas cosas. es más: dijo en el programa que los felipe y marcela tenían que hacerse el adn forsozo, que el caso tenía que esclarecerse, que estaba en contra del fervor desatado por la guerra de malvinas, del ocultamiento de las masacres durante el mundial del 78 en las escuelas, que estaba en contra de macri, que aborrecía el color amarillo de los nuevos emprendimientos inútiles del gobierno de la ciudad. dijo todo eso porque sarlo es como quien escribe horóscopos: trata de adaptarse a una lógica más o menos corriente, a una marea más o menos predecible de cosas: quién va a estar en contra de esclarecer los asesinatos durante el mundial en que, encima, argentina salió campeón comprando la copa? quién va a estar en contra de luchar para esclarecer las causas que involucran desaparecidos? sabemos que hay gente que sí, que se opone. pero son los menos. a los más no les gusta hablar mal de los desaparecidos. los desaparecidos son a la argentina lo que los judíos son al mundo. generan un toque de culpa, de vergüenza y de falso samaritanismo. en realidad, a mucha gente en este país le chupa un huevo que las familias a las que les fueron robados hijos, nietos, los recuperen. la sociedad argentina está ocupada, ahora, en las cincuenta cuotas. la diferencia es que esta vez el gobierno está diciendo: vamos a juzgarlos. y el que mira para otro lado está haciéndose, nomás, el boludo.
tal vez el elenco que eligió 678 para debatirle a sarlo no fue el más ameno con su suerte. ahora veremos en qué estado deja esta contienda a la producción de este programa. a los televidentes nos dejó chochos. la presencia de sarlo fue esencial para iluminar muchas cosas: en primer lugar que los kirchneristas estamos dispuestos a reconocer los aciertos de la sarlo (varios los ganó por afano, con una contundencia inquietante), pero los opositores no notan los aciertos de forster (ni se animarían, jamás, a reconocerlos, porque creen que algo pierden); en segundo lugar resaltar la actitud de la sarlo (creo que merece el artículo, porque ha ganado entidad el personaje) que fue y puso la cara, su puñado de ideas largamente adquiridas a fuerza de comprar, subrayar, descartar libros y reiniciar al ciclo eternamente, mientras viva; en tercer lugar sería importante distinguir este debate de otros que ha tenido el programa (algunos, incluso, de los panelistas contra la producción) porque este ha resultado (como aquel de cox o el por momentos incómodo director de la revista barcelona) un debate más auténtico, más descarnado, en que las oposiciones se han sentado a la mesa a discutir (por momentos de manera falaz, por otros despectiva, en muchos semánticamente exquisita) con la mierda oficialista a fin de hacer un hallazgo: tampoco los kirchneristas vamos a creer que barone o russo o cortiñas o forster o quien sea son cristo, sabemos que son de carne y hueso, con pasados probadamente oscuros (algunos), con presentes reveladoramente comprometidos (otros), el debate de la sarlo contra todos nos demuestra que una antikirchnerista puede pensar. no sabemos si siente algo, pero que piensa, piensa.
varios idiotas han vivido el programa como una contienda, como si en realidad se definiera algo importante para el futuro del país con ese enriquecedor intercambio. se gana en conceptos y, si se tiene amplitud, se puede indagar más acerca de los fenómenos que operan en nuestra cabeza, desde la realidad, y viceversa. pero si la política queda reducida a ese enciclopedismo decimonónico corremos en peligro de ponerla solo en manos de los que saben y pueden darse el lujo de leer. por eso es falsa, en cierta medida, la sensación de inferioridad que nos dejaron algunos panelistas: están compitiendo en una escala de siniestra ilustración. la sentada a la mesa es una mujer leída, un argumento suyo con cita de habermas puede aniquilar a los trescientos de esparta con los persas incluidos. una cita sin pie de texto es irrevatible, y perversa, pero efectiva.
habrá que buscar a la sarlo en su pasado para averiguar de qué va, de qué ha sido. para muchos (como para mi) sigue siendo aún demasiado desconocida, apenas visitada en una columna, en una cita, en un texto descargado de internet para leer de entrecasa. pero toda uva deviene pasa sin que su ser uva se altere. la sarlo viene de algún lado.
un amigo tuvo de profesora a la sarlo en la universidad y la definió maravillosamente: "es del tipo de profesores que tienen miedo que el alumno los supere". la sarlo había contenido este impulso de demostrarse superior largo tiempo. lo ha hecho de una manera descomunal, casi depravada. pero la sarlo no ha cambiado la vida de ningún niño, de ningún maestro, de ningún policía, de ningún científico, de ningún peón agrícola. cristina sí. y si las acciones también son un debate, efectivo, de las ideas, se come a la sarlo cruda, vuelta y vuelta.

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